Títeres, sombras, burbujas, décimas y equilibrio con ramas, por @dirckpb y @punchileros_titeres, nos llevarán un millón de años atrás, cuando nuestros antepasados se trasladaban de un lugar a otro siguiendo los ritmos de la naturaleza y el fuego “andaba suelto”.
La domesticación del fuego fue un hecho tan impactante para la humanidad, que cada cultura tiene su propio mito que lo narra a su modo.
«La niña que domesticó el fuego” es un nuevo mito escrito por Clara Torielli ante la urgencia de reivindicar el protagonismo y la importancia de la curiosidad de los niños y las niñas en movimiento a lo largo de la historia, así como también para compartir diversos recursos artísticos que han motivado la expresión de las personas en procesos de movilidad humana desde tiempos remotos.
«Mi nombre es fuego fuego / Y me transporto en un rayo/ Sobre un árbol yo me estallo/ Y todos me tienen miedo/ No tengo nada de feo/ Mi alimentación es sana/ Aunque no como manzana/ Con el aire me conformo/ Y si soplas me transformo/ Como se me da la gana»
Próximamente en el teatro!!